Teatro Principal de Alicante. En los años cuarenta del siglo XIX la burguesía alicantina de propietarios dedicados al comercio era dinámica y emprendedora. Además del comercio local y nacional, la ciudad de Alicante, desde 1778, tenía concedida la libertad de comercio con América. En su puerto se realizaba la carga y descarga de mercancías consignadas de embarcaciones procedentes de los de Marsella, Barcelona o Cádiz. Era uno de los lugares de recepción y distribución de productos coloniales y otras mercancías al interior de la península. De ahí que a algunos de esos comerciantes, de diferentes ideas políticas y económicas, los unía su estatus y también la idea de levantar su templo, su teatro burgués, con un cambio en su función social. Nuevo, exento, monumental, representativo, fuera de la ciudad histórica. Sería uno de los primeros de su clase en edificarse. Gracias a esa élite de comerciantes, de propietarios e incluso de dos nobles que avalaron y pagaron el préstamo, la construcción fue una realidad en veinte meses … / Juana María Balsalobre