He aquí dos novelas breves de Alejandro Sawa muy significativas en el conjunto de su obra porque ambas fueron publicadas en dos momentos cruciales de su existencia: La sima de Igúzquiza, en 1888, meses antes de iniciar una estancia de varios años en París que habría de cambiar su manera de entender el arte y la literatura. Además, éste será su último relato dentro de la corriente del naturalismo radical, que lo había llevado a publicar otras cinco novelas en el transcurso de sólo tres años. Por su parte, Historia de una reina, aparecida a mediados de 1907 en la exitosa colección de relatos El Cuento Semanal y reeditada algunos años después, supondrá su última incursión en el género antes de su fallecimiento en 1909.

Inéditas desde entonces, ambas obras presentan similitudes en sus planteamientos al novelar dos sucesos ocurridos en vida del autor. La sima de Igúzquiza nos lleva, desde una buscada verosimilitud, a las tierras de Navarra donde tuvieron lugar una serie de brutales crímenes en el transcurso de la tercera guerra carlista. «Un pedazo de historia contemporánea» -nos dice Sawa- que alcanzó gran difusión en la prensa y la literatura del periodo, llegando a interesar al propio Galdós, quien incluiría una alusión al suceso en La desheredada. De igual modo, Historia de una reina parte de otro hecho real, la huida -amante incluido- y la renuncia al trono de Sajonia de la princesa Luisa de Austria-Toscana, que escandalizó a las cortes europeas a comienzos del siglo XX ocupando portadas y páginas en multitud de periódicos.

Aun no siendo ésta una edición filológica al uso, la reedición de ambas obras (publicadas ahora por Valdemar) se ha realizado normalizando la acentuación, la puntuación y la ortografía.

Amelina Correa Ramón
Profesora de la Universidad de Granada
Editora de Alejandro Sawa, La sima de Igúzquiza e Historia de una reina (Valdemar, 2011, 180 págs.).