La Biblioteca Catalana Josep Murià i Romaní, inaugurada el pasado 29 de agosto, se encuentra en la quinta planta del gran edificio de la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco, en Guadalajara. Con sus cerca de 10.000 títulos en catalán será, en pocos meses, la más importante de toda Iberoamérica.

La biblioteca lleva el nombre del intelectual catalán exiliado Josep Murià i Romaní (Barcelona, 1907–Guadalajara, 1999), y los volúmenes que la forman proceden de varias donaciones iniciales, especialmente de la familia Murià, del editor Lluís Pagès y de otras personalidades e instituciones americanas y catalanas.

La mayoría de los libros que alberga la nueva biblioteca eran propiedad del historiador José María Muriá, quien los heredó de su padre Josep Murià i Romaní. Muchos de ellos son libros que fueron prohibidos durante la dictadura de Franco en España y fueron escondidos o impresos de manera clandestina. La apertura de la biblioteca ha provocado una corriente inmediata de nuevas donaciones de libros durante la pasada semana.