Ignacio Jiménez Raneda, rector de la Universidad de Alicante y vicepresidente de la Fundación Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, y María Luz Galisteo Guerra, directora del I.E.S. Jorge Juan de Alicante, han suscrito hoy un acuerdo por el que la biblioteca electrónica acogerá próximamente la digitalización del llamado Legado Altamira, del que es depositario el centro de enseñanza alicantino.

Compuesto por miles de documentos personales, informes, escritos y parte de la biblioteca personal del autor, el Legado Altamira se encuentra depositado en el Instituto Jorge Juan de Alicante, por deseo testamentario del propio humanista, desde 1952. Estos valiosos fondos fueron digitalizados con una ayuda económica de la Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu.

El convenio hoy suscrito entre la Cervantes y el I.E.S. Jorge Juan conlleva la incorporación del material a la Biblioteca de Autor Rafael Altamira, portal realizado con la dirección de Rafael Asín Vergara (profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha) y la colaboración de Pilar Altamira (nieta del humanista alicantino) donde se recoge una amplia muestra de la obra de Altamira en distintos géneros, además de diversos estudios a cargo de varios especialistas en su trayectoria.

Rafael Altamira (Alicante, 1866-México DF, 1951), jurista, historiador, pedagogo, traductor y escritor, fue catedrático de Historia del Derecho Español en la Universidad de Oviedo y de Historia de las Instituciones Políticas y Civiles de América en la Universidad de Madrid, dirigió el periódico La Justicia y la Revista Crítica de Historia y Literatura Españolas, Portuguesas e Hispanoamericanas, formó parte de la Comisión de Juristas encargada por el Consejo de la Sociedad de las Naciones de redactar el anteproyecto del Tribunal de Justicia Internacional y, posteriormente, se convirtió en uno de sus nueve jueces primeros titulares. Tras la Guerra Civil, se trasladó a México, donde fue propuesto candidato al Premio Nobel de la Paz.