Rendición de Japón
La rendición incondicional de Japón en la Segunda Guerra Mundial tuvo lugar el 15 de agosto de 1945 aunque la firma se produjo el 2 de septiembre de 1945. El Imperio japonés del emperador Hirohito aceptó la Declaración de Potsdam firmada por Estados Unidos, Reino Unido, China y la Unión Soviética. De esta manera concluía la II Guerra Mundial, como consecuencia de las mortíferas bombas atómicas que cayeron sobre dos ciudades japonesas, Hiroshima y Nagasaki, el 6 y 9 de agosto. Condiciones de la rendición incondicional en la Declaración de Potsdam:»Demandamos al gobierno de Japón que proclame ahora la rendición incondicional de todas las fuerzas armadas japonesas y proporcione garantías auténticas y adecuadas de su buena fe en dicha acción. La alternativa para Japón es la inmediata y completa destrucción».