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Biblioteca de Autor Alfonso X
11 de agosto de 2011 | 1 comentario


La Biblioteca de Autor Alfonso X incluye distintas ediciones de los principales títulos de la producción alfonsí, como el Lapidario, el Fuero Real de España, Las siete partidas o el Tratado de astrología y magia. Destacan, además, las versiones manuscritas de la Chronica romana (que custodia la Biblioteca Pública de Toledo), las Cantigas de Santa María (Biblioteca Nacional de España) y el Privilegi del Rei Alfons de Castella als mercaders catalans de Sevilla (Biblioteca de Catalunya).
Impulsor de un amplio e importante programa cultural en el campo de la lengua y la literatura españolas, el «Rey Sabio» (1221-1284), hijo de Fernando III y Beatriz de Suabia, heredó unidos los reinos de León y Castilla junto a nuevos territorios del sur de la Península Ibérica que incluían Córdoba, Sevilla y Murcia. Durante su reinado, auspició una intensa producción literaria, historiográfica, científica y de pensamiento que, según Francisco Bautista Pérez, profesor de la Universidad de Salamanca y director del portal, «constituye uno de los pilares de la tradición intelectual española».
El espacio que la Cervantes dedica a Alfonso X se completa con una biografía literaria, un banco de imágenes y un corpus de estudios sobre el autor, su obra, su contexto y trascendencia a cargo de investigadores de reconocido prestigio, como Inés Fernández-Ordóñez, Francisco Rico, Daniel Eisenberg, Julio Samsó o Gerold Hilty.
Comentarios
1 comentario
Al ingresar a la Biblioteca de Autor Alfonso X y ver los tres enlaces que se anotan, me pareció muy lógico el de su biografía literaria y el corpus de estudios -es tanto lo que se ha escrito como lo que se escribirá sobre Alfonso El Sabio-, a los que ingresé de inmediato. Pero, pensé, ¿qué puede contener un banco de imágenes sobre este ilustre personaje que vivió hace ya casi ocho siglos?
Más por curiosidad que por otra cosa, ingresé al sitio y me sorprendí de la calidad de imágenes, ya de libros antiguos como de pinturas, vitrales y estatuas de fechas posteriores. En verdad, su calidad indica el cuidado con que el autor las seleccionó, al ampliarlas se aprecian detalles que no podrían apreciarse en esas rápidas visitas que se hacen a museos y monumentos. Felicito a los autores.