Mar
14
Un poema narrativo de 1.117 versos
14 de marzo de 2012 | 2 comentarios
La editorial EugenioCanoEditor publica, dentro de su colección Fuente del Abanico, el libro Volver antes que ir, de Flavia Company, en el que la autora argentina se aproxima a la emigración como algo hereditario, pues «los lugares de los que se parte influyen tanto en la identidad como los lugares a los que se arriba», si bien la realidad demuestra que jamás se acaba de partir y nunca se termina de llegar.
Company (Buenos Aires, 1963) es autora de las novelas Círculos en acíbar, Saurios en el asfalto, Luz de hielo, Dame placer, Ni tú ni yo ni nadie, Melalcor, La mitad sombría y La isla de la última verdad, entre otras, así como de los libros de cuentos Viajes subterráneos, Género de punto, Con la soga al cuello y Trastornos literarios. Su obra, recogida en varias antologías, ha sido traducida en Francia, Holanda, Brasil, Polonia, Alemania, Portugal, Italia y Estados Unidos.
La colección Fuente del Abanico de EugenioCanoEditor reúne las voces más destacadas del panorama poético español. La obra de Flavia Company está concebida como un poema narrativo de 1.117 versos escritos durante los dos últimos años de viajes transoceánicos. La autora ha cruzado el Atlántico catorce veces en año y medio, y su texto trata, justamente, del tema del viaje, de la emigración y de la forma en que esos traslados influyen en la identidad y en el alma.
Comentarios
2 comentarios
Quienes vivimos hoy en Venezuela leemos con nostalgia críticas acerca de lo que difícilmente tendremos la oportunidad de tener en nuestras manos.
Todo emigrante, siempre con el alma dividida, suscribiría:»los lugares de los que se parte influyen tanto en la identidad como los lugares a los que se arriba, si bien la realidad demuestra que jamás se acaba de partir y nunca se termina de llegar».
¿Quién podrá decir que queda excluido de esta gran verdad? Nuestros corazones partidos en múltiples trozos que no dejan de tener raíz, sin embargo en su crecimiento distantes toman sus particularidades hasta parecernos extraños y ahí en su nueva morada tampoco se sienten parte. Quien sale de su lugar de nacimiento posterior a la edad del reconocimiento se aleja de sí mismo.